Cuentos escritos por computadoras o ficción generativa: explorando el futuro creativo con inteligencias artificiales

Delirio Creativo
9 min readAug 8, 2023

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Imagen generada con Midjourney pidiéndo que imaginara el concepto de ficción generativa.

La ficción me parece la cosa más increíble del mundo y con los temas de inteligencia artificial teniendo aplicaciones reales cada vez más frecuentes, comunes y cotidianas, no dejo de especular qué rumbo tomará todo esto.

¿Puede una inteligencia artificial escribir un cuento? Con las herramientas actuales la respuesta rápida es sí. Un prompt que lo pida y en breve tendrás un cuento en tu pantalla.

La rama grande de todo esto es la literatura generativa y por extensión, cuando hablamos de obras como relatos que no están basados en hechos reales, cuentos o novelas, nos referimos a la ficción generativa.

Para una muestra de estos conceptos está, por ejemplo, el casos del escritor argentino Mitón Läufer que podemos conocer de cerca en esta entrevista publicada por VICE o las posibilidades que ofrece la plataforma Sudowrite que se describe a sí misma como el compañero de escritura de inteligencia artificial sinprejuicios-que-está-siempre-allí-para-leer-un-borrador-más-y-nunca-se-queda-sin-ideas-incluso-a-las-3am que siempre quisistie, del que The verge dio cuenta en mayo de 2023.

Seguramente leeremos más de estas nociones y casos con mayor frecuencia, ya que formularán cada vez de manera más profunda la manera en que se gesta el arte.

Pero no vayamos todavía a cuestiones epistemológicas, éticas, filosóficas, ontológicas o estéticas. Preguntémonos cosas previas, pero igual de relevantes para la afirmación de que ya hay modelos de lenguaje capaces de escribir ficción.

¿Qué cosas se modificarán con la literatura genertativa? Imágen generada con ayuda de ChatGPT y Midjourney.

¿Son esos cuentos convincentes?, ¿tienen giros argumentales atrapantes, ¿podríamos calificar su estructura como increíble?, ¿son las IA’s capaces de crear personajes conmovedores?

Hice algunos experimentos que no tuve el cuidado de documentar en diciembre de 2022. Continué intermitentemente con eso durante ocho meses (en algunos pocos caso yendo hacia la poesía) hasta que decidí, en julio de 2023, hacer un ejercicio un poco más serio y ahondar en la ficción generativa con mayor curiosidad.

Así que el 27 de julio, usando el modelo GPT-3.5 DE OpenAI estructuré una conversación con el chatbot con la misión de generar cuentos generativos.

Imágen generada con ayuda de ChatGPT y Midjourney sobre le concepto de Ficción Generativa.

Lo primero que le pedí fue desempeñar un rol y después le di un objetivo. Como parte de las limitaciones lo alimenté con treinta cuentos de mi autoría y le pedí que analizara estructura, ritmo, gramática, sintaxis, temas, tópicos, errores y densidad semántica. Una de las reglas que establecimos es que tanto yo como el modelo (quien pidió ser llamado como Elio luego de pedirle un nombre propio con el cual dirigirme a él) podía propone los siguientes aspectos para genera cuentos:

Tema
Estilo
Tono
Personajes
Escenario
Extensión
Trama
Influencias

Después de conversar durante aproximadamente una hora y alinear el primer resultado con una de cambio a través de prompts, me dio un cuento al que decidimos nombrar “Ese terrible ardor humano”. Como quería ilustrarlo con imágenes generativas con Midjourney, también diseñé una fórmula parecida en una conversaci´n diferente de GPT-3.5 para que durante la conversación generamos un prompt 50 por ciento creativo y 50 por ciento técnico, en donde tanto yo como el chatbot podemos tomar decisiones al respecto.

Así, después de contar con el cuento escrito, lo puse integro en una conversación diferente para generar el prompt para Midjourney. El resultado es el siguiente:

***

Ese terrible ardor humano, un cuento escrito e ilustrado por inteligencias artificiales

La tarde está ahí, moribunda y haciéndose pedazos tras el cerro chico de La Errante. Empapadas por la lluvia, Luciene Junco y su yegua La Prieta vienen de regreso luego de la fallida negociación por conservar el rancho de su padre. No es la tormenta ni la inminente noche ni el viento frío lo que hace que su andar sea pesado y torpe, sino ese ardor indecible e inubicable en el cuerpo de la hija mayor de don Joaquín, que parece empujarla contra el suelo lodoso a cada paso.

Así imaginan ChatGPT y Midjourney el ejido La errante.

Se pasan las riendas de la mano derecha a la izquierda, y piensa en aceptar el trabajo en la estación de tren. Ofrecen 55 pesos al día por contar palomas y llevar un registro diario para controlar la población. 80 pesos si ella misma se encarga durante el mes de que no se reproduzcan hasta convertirse en una plaga. Pero ese cobro no le ayudaría en nada.

En medio de sus pensamientos, un trueno retumba en el cielo y asusta a La Prieta. La yegua relincha elevando sus patas delanteras, jalando a su dueña con fuerza. En un instante, el animal corre desbocado, arrastrando a Luciene detrás de ella. El brazo de la chica queda atrapado en la brida, y se golpea con violencia en cada galope.

Luciene lucha por mantener el control de La Prieta, cuyos cascos se hunden en el barro mientras corren sin rumbo fijo por el obnubilado paisaje. A pesar del caos que la azota con saña, como si el tiempo se paralizara, Luciene alcanza a pensar que nada de esto estaría sucediendo si su hermano Anselmo no se hubiera ido al otro lado, dejándolos solos a ella y a don Joaquín, o si los de Rancho Juecillos no les hubieran jugado chueco con las escrituras, o si ella hubiera tenido el valor de ajusticiárselos, aunque sea a uno nomás, dándole un tiro bien merecido en la sonrisa amarilla y asquerosa a cualquiera de los hombres de esa familia. Nomás para dejarles el miedo. Nomás para que no se anduvieran con chingaderas otra vez.

Así imaginan ChatGPT y Midjourney a Luciene y La Prieta.

Incorporándose con la otra mano, como si aquel coraje le hubiera dado fuerza, Luciene alcanza con el brazo derecho las carrilleras y se empuja con fuerza hacia la yegua. Le falta el aire, le arden los ojos y como puede empieza a silbarle a La Prieta porque sabe que eso la calma.

La mística está ahí, como un lenguaje secreto entre ellas, porque el animal baja la velocidad casi al instante. Pero cuando está a punto de detenerse, ambas caen por un desnivel donde la corriente ha aflojado la tierra.

Mientras la más chica de la familia Junco abre los ojos, la tormenta arrecia con furia a su alrededor. Todo es oscuro y caótico. Lo primero que siente es que no puede mover el brazo izquierdo. Después, imagina, por cómo se siente en su cara, que ha caído sobre piedras de río.

Cuando finalmente puede abrir los ojos y ver con más claridad, nota que su yegua está atrapada en un pozo de lodo, con la mayor parte del cuerpo sumergido. La imagen de desesperación es aterradora, y en la serreta, que ahora está rota y rasga la cara del caballo, está incrustada una parte de su brazo.

Tiene el hueso expuesto y la sangre no deja de chorrear. Intenta gritar, pero no puede. Solo siente que un ardor a la vez frío y caliente se extiende por su cuerpo. Como puede, se arrastra hasta donde su compañera solo puede mover los ojos y respirar con brusquedad.

Detalle del rostro de Lucienee imaginado por ChatGPT y Midjourney.

A menos que estén enfermos, los caballos no lloran, piensa Luciene. O quizá es la lluvia. O quizá el dios al que le rezó todos los días no existe. Qué más da. Con un movimiento torpe, la mano herida de la chica alcanza en una caricia a La Prieta, quien deja salir un sonido exhausto.

La lluvia para de golpe. Las nubes oscuras se dispersan y la luna se asoma. Luciene se hinca en donde el barro comienza a tragarse las piedras. Saca de su funda la Mauser C-96. Don Joaquín se la regaló la navidad pasada. Se acuerda de Relámpago, el corcel negro que le dio fama al rancho de su familia. Del último caldo que le preparó su madre antes de que unos criminales se la llevaran en camionetas de la policía. Maldijo a Anselmo. Le pidió perdón a su papá. Se arrepintió de nunca conocer el mar.

La Errante está ahí, desdichada y tragada por los cerros. Entonces se escucha un disparo.

***

El cuento tiene muchas áreas de mejora y no puedo asegurar que el estilo que tiene sea el mío. Lo que sí puedo comentar es que es el resultado de una hora de tallereo con GPT-3.5, ya que las primeras versiones eran muy convencionales, incluían una moraleja y tenían un alta densidad de palabras repetidas.

En una entrega posterior mostraré un nuevo ejemplo, además de todos los prompts usados.

Además del ejercicio pasado, el domingo 6 de agosto publiqué un cuento infantil en el suplemento para niños del periódico donde trabajo. El cuento, en este caso, sí fue escrito por mí, pero quise replicar el proceso de la ilustración con Midjourney y este es el resultado:

***

El Día en que Saltillo Conoció a los Extraterrestres y se Convirtió en la Capital del Mundo

El año es 2037 y en Saltillo hace un calor tremendo. Los gobiernos previos secuestraron todos los árboles de la ciudad y les pusieron precio para usarlos. Mil pesos para poder respirar su aire durante tres días a la semana. Nadie podía pagarlo, así que los habitantes formaron la Resistencia Ambiental Saltillo Cuidando Árboles, Tierra y Entorno, que por sus siglas era el famoso grupo R.A.S.C.A.T.E.

Las personas estaban a punto de declarar la guerra cuando, durante la noche más calurosa de todas, una luz enorme brilló en el cielo oscuro. Todos los ojos lo vieron. Un OVNI aterrizó en el centro destruyendo el Palacio de Gobierno, La Plaza de Armas y la Catedral.

Los Saltillenses se acercaron enojados y asustados. De la nave, salieron varios extraterrestres. Tenían forma de tripulantes de Among Us y se hacían llamar los Chiringuitos. Lo más extraño de todo es que daban mucho miedo porque estaban desnudos y se veían como gatitos mojados.

Roberta Condesa, la líder de R.A.S.C.A.T.E., se acercó a la nave para medir el peligro. Se sorprendió cuando vio que los Chiringuitos hablaban un fluido español. Le dijeron que venían en busca de Sarapes, porque era la única tela capaz de cubrirlos del frío espacial.

La chida revolución hizo un trato: intercambiar todos los sarapes que necesitara su pueblo a cambio de que estas criaturas les ayudaran a rescatar los árboles y derrocar a los políticos tiranos.

Los chiringuitos saltaron de felicidad y sacaron su rayo láser utopificador. Chiringuito X23, el líder de la tropa, presionó un botón en forma de Hot Dog y un manto magenta cubrió la ciudad respetando la frontera con Monterrey, Arteaga y Ramos.

Con su fiera magia, todos los gobernantes malvados terminaron en la cárcel, los árboles regresaron a sus macetas y tierra fresca y la tecnología extraterrestre hizo que, además, Saltillo se convirtiera en la capital del mundo.

Desde entonces, Saltillo y la comunidad Chiringuense comparten un tratado internacional de justicia a un extraño precio: sarapes bonitos y calientitos.

Aquí están los resultados en donde lo único que cambié manualmente fue la proporción de 16:9 y 9:16.

Este campo es todavía un terreno fertil. Así que seguiré explorando más y más. Definitivamente, en algún punto de todo esto, comenzaré a hace pruebas técnicas con programación. Todavía no sé cómo ni cuándo. Pero me parece que el camino es inevitable.

Finalmente, dejo aquí un artículo que me sirvió como introducción para el tema de las inteligencias artificiales en la ficción:

https://www.thephilosopher1923.org/post/artificial-fiction

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Pensamientos sobre periodismo, narrativa e inteligencia artificial.

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